3 tesis, 3 párrafos y 3 opciones para tus ensayos

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Como todos sabemos, escribir ensayos críticos no es tan fácil como parece. No solamente es necesario interrogar los textos y luchar para encontrar un buen tema, también hay que esforzarse para crear una tesis estimulante que le haga justicia al tema.
Como ejemplo de lo anterior y en preparación para su próximo texto crítico, les presento tres "primeros párrafos" sobre La rosa de Anderson Imbert. Estúdienlos y traten de entender cómo funcionan.

PÁRRAFO NO. 1
La rosa de Enrique Anderson Imbert, presenta un espectáculo desolador tras la devastación de una pobre aldea por soldados enemigos. De en medio del desastre surge la posibilidad de restitución o venganza cuando una nueva Judith aparece para hacerle frente al Holofernes cuyas tropas casi violan a su pobre y vieja abuela. Sin embargo, el texto subvierte nuestras expectativas. La rosa roja que antes ha servido para humillar a la anciana pasa a los pechos de la coqueta moza que optará por “hacer el amor y no la guerra”. El recuerdo bíblico es solo eso, una desvirtuada leyenda sobre la que Judith salta como antes ha hecho con el cadáver de la vieja que salva su vida.

Este ensayo parte de la idea de que La rosa es una re-interpretación de una historia bíblica: el fatal encuentro entre la heroica Judith y el torpe y lascivo gigante Holofernes.

PÁRRAFO NO. 2
Si el mito cristiano del origen de la humanidad castiga a la primera mujer y la condena a la reprobación eterna por sucumbir a la tentación del mal y a su vez seducir a su incauta pareja, La rosa de Anderson Imbert parece abrir una puerta a la consolación. La expulsión del paraíso, la tentación carnal y la seducción aparecen en este cuento libres de toda censura moralizante. Judith, la joven que al final del cuento busca con una flor en los pechos al capitán de la tropa que ha diezmado su aldea no lo hace como la bíblica Judith para descabezarlo sino para hacerlo perder la cabeza por sus tentadores encantos. Así como el desliz de Eva conduce a la verdadera población del mundo tras la abolición del falso paraíso en el cual Jehová y la Serpiente luchan, la unión entre la víctima y el guerrero conquistador se presenta como la única opción lógica en un universo moderno, quizá más cínico pero no menos cruel.


Este ensayo parte de la intuición que tuvimos sobre la correspondencia de la rosa de "Anderson Imbert" y la manzana de George Preedy. Se trataría de un ensayo que ve en La rosa un comentario acérbico sobre el mito de la creación.

PÁRRAFO NO. 3
Todo texto, como advierte la crítica post-estructuralista, se constituye en relación con otros textos. En algunos casos incluso se puede decir, como habría afirmado Borges, que todo texto es la re-escritura de un texto anterior. No hay ejemplo más claro que La rosa de Enrique Anderson Imbert. Presentado al lector como una carta en la que un anónimo autor re-escribe un cuento de George R. Preedy, la historia que se cuenta en La rosa es a su vez una re-escritura de una popular historia bíblica. El mítico gigante Holofernes se enfrenta otra vez en el cuento de Anderson Imbert a una imponente Judith. Sin embargo, como veremos, se trata esta vez de un combate de otro tipo. Al igual que la inconclusa carta del anónimo autor, el narrador de esta re-escritura bíblica opta por un final abierto que pone en tela de juicio la autoridad de la historia original.

Este ensayo está más interesado en leer el texto de Anderson Imbert como re-escritura. Lo que le interesa al autor es acentuar su carácter post-moderno. Se trata de un fragmento de un mito dentro de un fragmento de otro texto: la anónima carta a George R. Preedy.